Este viernes 8 de diciembre de 2017, se celebró en el Instituto de Geografía y Conservación de Recursos Naturales el 42º de la Maestría en Ordenación del Territorio y Ambiente (POTA).
42 Aniversario
del Primer Programa de Cuarto Nivel en el Campo de la Geografía, Maestría en
Ordenación del Territorio y Ambiente (POTA)
(Diciembre 1975-Diciembre 2017)
Los
desafíos actuales obligan a una revisión del pasado
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Buenos
días a todos los presentes:
En esta ocasión estamos reunidos
conmemorando un año más del nacimiento del primer Programa de Maestría que
generó este Instituto, el Postgrado en Ordenación del Territorio y Ambiente, y
es precisamente por ello que cité a dos Maestros de este Instituto antes de
iniciar esta lectura, y es que tal y como es de larga data nuestra ciencia
geográfica, a mi parecer es de larga data nuestra existencia como instituto al igual que el programa de
Maestría que dio origen a los estudios geográficos de cuarto nivel, pues hoy es
innegable que somos no solo pioneros en estudios de alto nivel en Geografía en
Venezuela, sino en América Latina, por tal razón invocar el pasado, revisar la
historia institucional y acudir a celebraciones de este tipo reafirma la idea
de que lo que hoy conocemos lo precede un largo proceso de lucha y esfuerzos de
nuestros primeros hacedores de la Geografía en esta región Andina.
Vale destacar que lo hacedores de este
Programa son nuestros maestros, nuestros guiadores, ya que ellos constituyen
una Alto Consejo de la Geografía en el Occidente de este país, me refiero a los
Maestros Jóvito Valbuena, José Rojas López, Luis Aguilar y a un maestro ausente, físicamente, pero presente
institucionalmente, el Profesor Leonel Vivas; todos ellos conformaron el grupo que realizaría el planeamiento,
orientación, concepción y plan de estudio de este Postgrado, de allí que es
necesario recordar que el origen de este programa de cuarto nivel se fundó en
un primer momento con el nombre de Maestría en el Análisis del Uso de la
Tierra, cuya génesis tiene mucha relación con las demandas que para entonces
impregnaba en la administración pública, es decir la Maestría nace con una
orientación inserta en las áreas prioritarias definidas por el CONICIT (hoy
FONACIT) dentro del Plan Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico
(1972-1974), luego la denominación sería Maestría en Ordenación del Territorio.
En ambos momentos, en tiempos diferentes (Análisis y Uso de la Tierra
1975-1983; Ordenación del Territorio 1983-1995) la Maestría no solo cambia de
denominación, sino que renueva su concepción, ya que el surgimiento del nombre
Ordenación del Territorio obligaba a un casamiento con la naciente y vigente Ley de Ordenación del
Territorio en 1983. Es decir, la búsqueda de enlazar la producción, la
formación y actualización científica de las producciones intelectuales de la
Geografía de este Instituto y su programa de maestría trataba de contextualizar
la formación de los maestrantes con las demandas de ese mercado laboral que
constantemente cambiaba por efecto de las políticas de Estado que veía el
territorio como un coherente complejo de múltiples transformaciones
ambientales, sociales, y espaciales, de allí que no es en vano que uno de los
principales propósito de este postgrado es aún “…formar profesionales capaces de investigar los múltiples problemas del
espacio y planificar y gestionar las acciones que hagan posible la solución de
los mismos…” (Valbuena y Méndez, 1990:74).
Bajo el enfoque ambiental y ante la
innegable emergencia que cobrara los efectos del deterioro de la capa de ozono,
del uso indiscriminado de recursos naturales, el agotamiento de ecosistema y la
muy evidente demostración científica de los cambios térmicos globales y más aún
la extinción de especies vegetales y animales y la incapacidad de
autorregulación de nichos ambientales y ecológicos obliga a una renovación de
las filosofías de la ciencia, de allí que conceptos como cambio climático,
sobrepoblación, recursos naturales, territorio y relación sociedad-naturaleza emergen
y cobran una renovación de enfoque y método, de ello no escapó nuestra Facultad,
de allí que para 1995 pasaríamos a ser Facultad de Ciencias Forestales y
Ambientales, eso obviamente repercutiría en nuestro Postgrado, ya que como
programa de cuarto nivel pionero en el “análisis
y planificación del usos de la tierra, la distribución y localización de
actividades económicas, de la población y del equipamiento de los asentamientos
humanos, la valoración de los recursos naturales y la defensa, conservación y
mejoramiento del ambiente” (Valbuena y Méndez, 1990:73), se integra a esta
visión y resurge con la denominación de Maestría en Ordenación del Territorio y
Ambiente.
Ciertamente, este nombre no solo
ampliaría la visión y enfoque que desde la Maestría se crean, sino que facilita
un perfil profesional en consonancia con los principales problemas que aquejan
al hombre, los problemas ambientales y
es así ya que la Maestría retumba con su enfoque cuando su intención es “formar profesionales capaces de estudiar y
comprender críticamente el complejo funcionamiento del espacio socioeconómico y
de la dimensión ambiental, para aprovechar sus fortalezas y contribuir en la
superación de sus límites”. Tal como
lo señalan Valbuena y Méndez (1990), nuestros egresados de la Maestría de Ordenación
del Territorio y Ambiente egresan como profesionales que sean investigadores de
la problemática espacial, un planificador de procesos pertinentes y un gestor
de la ordenación territorial.
Recordar estos momentos, y aún más ante
la presencia de quienes aman y se apasionan
por abordar el mundo de la geografía y una de sus categorías de
análisis, el territorio, es motivo para engrandecer, celebrar y expresar mi más
grato reconocimiento a quienes han dedicado su vida académica y su compromiso
institucional por el apoyo y permanencia
en el fortalecimiento de este postgrado, sin duda celebrar 42 años dice mucho,
dice constancia, dice dedicación, dice esfuerzo, dice calidad, dice tanto que
inclusive muchos de nuestros egresados están empleados en el exterior, eso
habla por nuestra calidad y la capacidad que hemos tenidos de sonar en varios
puntos del mundo como Institución con una Maestría de Alto Nivel, de allí que
considero que aparte del componente geográfico y ambiental también formamos a
un profesional global, tal como es todo iniciativa geográfica y territorial que
busca la integración y la globalidad como expresiones permanente de abordar la
totalidad.
No queda otra más que mi gratitud a la gestión de la actual administración de
este Postgrado, la Profesora Ceres, quien en estos últimos 5 años ha desarrollado
una loable labor digna de reconocimiento por su dedicación como académica de la
Geografía y la Planificación, mi gratitud por su personal profesional, equipo
secretarial y obreros, quienes sin duda son quienes movilizan, gestionan y
viabilizan procesos con disciplina y compromiso, mi reconocimiento a las señoras Inés, Chiqui y Adriana, de verdad
gracias porque sé que lo que hoy hacen todas ustedes es fundamentalmente elevar
la calidad y pertinencia de nuestra Maestría con cada aporte que hacen.
Estos 42 años es una muestra de lo que
realmente somos, una gran familia académica-institucional, Dios siga brindando
sabiduría para abordar su creación natural y humana desde la Maestría en
Ordenación del Territorio y Ambiente, a todos mis colegas sientan el regocijo
de que somos herederos de un gran legado que nos brindó nuestros Maestros,
creadores de este postgrado y a todos los invitados y asistentes gracias por
venir a compartir este sentimiento de paz, amor, reencuentro y celebración.
¡A todos gracias¡
En Mérida, 08 de diciembre de 2017
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