jueves, 3 de noviembre de 2016

Cadena de valor inversa del Hierro en Argentina 2008

Universidad de Los Andes
Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales
Escuela de Geografía
Asignatura: Geografía Económica

Prueba escrita 2
Unidad: Sistema productivo y organización espacial

Cadena de valor inversa del Hierro en Argentina 2008

Un estudio realizado sobre la Cadena inversa del Hierro como Chatarra en Argentina desde la perspectiva del Desarrollo Social y Sostenible, destaca la desigualdad desde el punto de vista del cumplimiento de los derechos humanos y derechos laborales, e inequidad respecto de la distribución de la riqueza que genera, con un impacto ambiental positivo que hay que potenciar, y negativo que hay que mitigar.

Metodológicamente, la información se levantó a través de entrevistas a actores clave La muestra estuvo compuesta de 18 entrevistas y una visita al Predio Norte del CEAMSE[1]. Por la diferencia de intereses y funciones se desarrollaron encuestas para cada uno de los actores intervinientes. El estudio se dividió en un análisis de la dimensión económica, la dimensión social y la dimensión ambiental.

El análisis de la cadena desde el punto de vista económico ha sido, sin duda alguna, el punto más difícil de indagar en esta investigación. Los factores que complejizaron el análisis económico fueron la falta de información al respecto en los datos secundarios, la baja de los precios de todos los materiales recuperables producto de la crisis económica mundial, la baja de los precios por cuestiones estacionales, y la reticencia de las empresas y de los grandes acopiadores a dar información sobre este tema.

Para comenzar, en la cadena del hierro, la chatarra, proviene de distintas fuentes, las industrias que generan más chatarra de hierro para su recuperación son la industria automotriz, la industria de electrodomésticos y la construcción (Demolición). También los residuos domiciliarios son una fuente de chatarra de hierro por la recuperación de latas de conserva que tienen hierro y estaño (que requiere de un proceso de recuperación distinto).

El costo pagado en promedio a un recuperador urbano ($0.16/0.20 por Kg.), dato confirmado en las entrevistas (un recuperador gana aproximadamente entre $800/1000 por mes).El precio pagado por kilogramo de hierro ha bajado en los últimos meses del 2008 por motivos estacionales; esto sucede todos los años, en todos los materiales a recuperar. La fluctuación anual esperada ocurre entre el mes de noviembre y el mes de marzo. Es común escuchar que (los que pueden) acopian en estos meses, y venden entrado el mes de abril. Para la gran mayoría, que administran su economía día a día, estos meses son los más duros, porque deben trabajar más horas para ganar el mismo dinero.

La crisis financiera internacional está modificando la realidad de todas las cadenas de recuperación como consecuencia de la caída de los precios de todos los desechos recuperables. En este sentido, el hierro es uno de los materiales que menos se han depreciado, porque el precio del petróleo no tiene un gran peso en su valor final. Por este motivo, en la actualidad, es uno de los materiales más buscados, a pesar de las incomodidades que produce su logística en pequeña escala.

En cuanto a las relaciones que se producen entre proveedores y clientes, los recuperadores independientes, los asociados a cooperativas, o los que trabajan en las plantas de reciclaje tienen como principal cliente los pequeños acopiadores. En el caso de las plantas de reciclaje, dependiendo del volumen de las partidas, pueden llegar a vender a un gran acopiador, mejorando así su precio.

Esto último depende siempre de la distribución que el CEAMSE haga de los desechos provenientes de los camiones recolectores de basura (Hierro proveniente de Industrias). Todos ellos declaran que el precio pagado ronda los $0.20 centavos por kilo (fluctúa entre 0.16 y 0.24 dependiendo de la época del año).

El sueldo mensual promedio referido en las cooperativas y en las plantas de reciclaje ronda entre los 1000 y 1200 pesos argentinos (350 dólares aproximadamente). Es importante señalar que este sueldo se obtiene de la comercialización de todos los desechos recuperables, no sólo del hierro. En realidad, el peso relativo de la comercialización del hierro en esta ganancia es bajo. Si bien puede fluctuar dependiendo de la época del año, no es superior al 10% de la ganancia mensual. Otro aspecto importante a destacar es que los acopiadores pequeños compran distintos tipos de materiales, los grandes acopiadores, sólo hierro y acero. Los pequeños Acopiadores entrevistados y la Planta de reciclaje mencionan que el precio pagado por los Grandes acopiadores rondan los $0.30/0.35 por kilo.

No fue posible entrevistar un gran acopiador para conocer el precio al que venden el hierro a las grandes acerías. En la única entrevista concedida por una gran acería se le preguntó el precio promedio al que compraban la chatarra de hierro respondió “eso lo saben dos personas en la empresa, yo y el Gerente General, es información confidencial”.

Es importante destacar que los grandes acopiadores son muy pocos, están directamente relacionados con las acerías, (o porque son sus dueños, o porque le venden en exclusividad) y que cada uno ha desarrollado una red de acopio, con grandes centros en las afueras de la ciudad y pequeños galpones intermediarios distribuidos estratégicamente. Considerando su estructura, logística y procesos (prensado, etc.), se estima que el gran acopiador vende, por lo menos, a un 100% más de lo que lo compra, por este motivo estimamos en $0.70 el precio del kilo de chatarra de hierro.

Los grandes acopiadores tienen como principales proveedores a la industria, (principalmente la industria metalúrgica). Estas empresas encuentran en la venta de desechos de hierro una estrategia para tratar los desechos de su producción y recibir un retorno económico por él. Como consecuencia de este escenario, consideramos relevante entrevistar a un cliente de una gran acería para conocer el precio máximo del kilo de hierro en la cadena, y así tener un rango de análisis para estimar los precios/costos de la cadena.

La empresa cliente mencionó que compra el kilo de hierro para construcción en aproximadamente $3,20 (dependiendo de las negociaciones). Esta persona tiene muchos años de experiencia en el tema, incluso presentó un proyecto al BID para hacer una acería en forma conjunta con otros actores. Cuando se le pidió que analizara el costo de fabricación del hierro, estimó que la electricidad constituía aproximadamente $1,00 por kilo de hierro, transformándose un uno de sus principales costos. Hay que considerar que los grandes hornos en la acerías funcionan con energía eléctrica (de ahí también proviene su impacto ambiental).

Por otro lado, la persona entrevistada en la Acería mencionó que el mercado del hierro en Argentina requiere anualmente de 5.600.000 toneladas de hierro para producir 5.000.000 de toneladas de hierro/acero. De ese total, se obtienen del mercado de recuperación aproximadamente 1.500.000 de toneladas. El resto proviene de yacimiento. De las tres grandes acerías con hornos en la Argentina, una sola compra el 100% de chatarra de hierro como materia prima. Las otras dos empresas compran alrededor del 30% de chatarra de hierro y el otro 70% proviene directamente de yacimiento. En algunos casos la chatarra de hierro también se importa de países limítrofes (Paraguay). Como anécdota cabe mencionar la experiencia que tuvo una de las cooperativas de recicladores para exportar chatarra de hierro a España. Esto se realizó a través de un convenio realizado con una empresa que les vendía retazos de hierro y una empresa de exportación. En primera instancia lograron concretar dos exportaciones, pero no pudo continuar porque una de las grandes Acerías interpuso un recurso judicial para evitarlo. Las razones de esta acción difieren mucho entre estos dos actores. No creemos pertinente entrar en detalles de las justificaciones cruzadas, pero sí mencionar la importancia que tiene el acceso a la chatarra de hierro para el mercado local, en otras palabras, queda claro que toda acción dirigida a aumentarla recuperación del hierro (en volúmenes significativos) tiene un mercado de comercialización esperando.

También es relevante destacar que el volumen recuperado por las plantas de reciclajes y las cooperativas es poco significativo para el mercado. Como ejemplo de esto podemos señalar que el CEAMSE cuantifica 640 toneladas de metales recuperados en los diez primeros meses del año 2008. De esto sólo el 60% material es Ferroso. El total de todos los materiales recuperados por las plantas de reciclaje es de 10.000 toneladas en este período. Realmente poco significativo para el mercado del reciclaje. Se estima que el volumen trabajado por las cooperativas es todavía menor, dado que no cuentan con el apoyo del CEAMSE para proveerse de material reciclable (basura).

En otras palabras, el negocio del reciclaje del hierro está centrado en la venta que los pequeños acopiadores e industrias hacen a los grandes acopiadores, y de ahí a las grandes acerías.

Números representativos de la cadena de valor del reciclaje de residuos sólidos urbanos (RSU)
1.       600 toneladas (tn). De residuos sólidos urbanos (RSU) recolectan los cartoneros por día en la CABA.
2.       En el CEAMSE se entierran por año 1.536.452,72 tn de RSU.
3.       En Salta, Jujuy, Tucumán, Formosa, Chaco, Mendoza, Gran Buenos Aires y Capital Federal trabajan 4 millones de menores de 17 años; 100 mil de ellos en la recolección de basura.
4.       En el año 2001 el CEAMSE enterró basura valuada en $16.076.990,00 y cobró por esa labor 135 millones de US$.
5.       El 80% de la basura que se entierra es reciclable.
6.       Por año se entierran 5.938.000 toneladas (tn) de basura.
7.       Por la ley de “basura cero” para el 2010 debería enterrarse un 30 % menos.

Estimado de cantidad de personas involucradas por actor
1.       Empresas recolectoras: son 6 en Ciudad de Buenos Aires
2.       Cooperativas de reciclaje: Son 5 en la Ciudad de Buenos Aires:
2.1.     El Ceibo: 50 socios
2.2.     Cooperativa del bajo Flores: 18 socios
2.3.     Reciclando sueños: 40 socios
2.4.     El Álamo: 40 socios
2.5.     Cooperativa del Oeste: 40 socios
3.       Total estimado: 200 personas (existen otras cooperativas con influencia en el territorio de la Ciudad de Buenos Aires pero operan en las afueras de la misma y su tamaño no se puede estimar sin una investigación más focalizada).
4.       Plantas de separación y reciclaje del Reciparque del CEAMSE: 500 personas.
5.       Recuperadores Informales: Aproximadamente 15.000 personas. Registrados en el Registro único de recuperadores informales, sólo 4.500.
6.       Pequeños Acopiadores: Por el alto nivel de informalidad de este actor es muy difícil calcular la cantidad de pequeños acopiadores existentes. Si se estima que cada acopiador se abastece de material de 150 recuperadores informales se calcularía en 1000 el número de pequeños acopiadores; si en cada uno de ellos trabajan 3 personas promedio, el número estimado sería de 3000 personas involucradas.
7.       Grandes acopiadores: Son 3 las grandes compañías que realizan esta actividad, si cada una tiene un número aproximado de 300 empleados, tendrían un total estimado de 900 personas empleadas.
8.       Grandes Acerías: En Argentina se contabilizan cuatro (Acindar, Techint, Gerdau y Acerbrag)
9.       CEAMSE: 1.100 empleados.
Sueldos Mensuales y anuales por actor (en AR$)
1.       Recuperadores informales registrado por el gobierno: 4.500, ingresos diarios $40/50, monto anual por persona $9.600/12.000, monto anual por actor $54.000.000.
2.       Recuperadores informales estimados: 15.500, ingresos diarios $40/50, monto anual por persona $9600/12000, monto anual por actor $180.000.000.
3.       Cooperativas de reciclaje: 200, ingresos diarios $60, monto anual por persona $14.400, monto anual por actor $2.880.000.
4.       Plantas de separación: 500, ingresos diarios $60, monto anual por persona $14.400, monto anual por actor $7.200.000.

El manejo de residuos sólidos concierne a un extenso grupo de actores sociales y grupos de interés. Se propone una clasificación a fin de organizarlos y poder explicar cuál es la acción que realizan, cómo se vinculan entre sí, el modo en que construyen relaciones con otros actores de la cadena o eligen mantenerse aislados, y cuanto valor aporta cada uno a la cadena de recuperación del hierro.

Actores directos: Son aquellos que mantienen un contacto directo con la materia prima (hierro) a saber: Habitantes de las ciudades e industrias generadoras de chatarra de hierro; recuperadoras informales de residuos sólidos y recolectores formales de residuos sólidos (empresas encargadas de la recolección); centros de acopio; intermediarios y chatarreros; grandes empresas de acopio de chatarra, Plantas de Reciclaje, CEAMSE y empresas siderúrgicas.

Actores indirectos o transversales: Son aquellos que si bien no se encuentran directamente vinculados con la materia prima influyen directamente sobre la actividad de los primeros: ONG, que apoyan y capacitan a los actores más vulnerables de la cadena, organizaciones ambientalistas y el Estado Nacional.
Las principales empresas en el sector metalúrgico que producen Hierro y Acero son cuatro: Gerdau, Acindar, Techint, y Acerbrag.

Uno de los grandes desafíos que tienen los municipios es el adecuado manejo de los residuos sólidos urbanos. Dependiendo de la ciudad, ésta compleja tarea puede llegar a representar el 30% del presupuesto.
El tema está atravesado por múltiples factores, y se vuelve un problema social, ambiental, de la salud pública con fuerte impacto en la política del municipio y la provincia. El bienestar y la calidad de vida de los ciudadanos depende del manejo de los residuos y del aseo urbano, detrás de esto existe un gran negocio en el que participan desde grandes empresas hasta pequeños recicladores urbanos y todos ellos trabajando con el mismo material: los residuos sólidos. La función del Estado en esta particular red de actores sociales es establecer las condiciones básicas para que se realice un trabajo conjunto entre la comunidad, sus líderes, instituciones públicas y privadas y autoridades con el propósito de proteger el bienestar y la salud de la población, facilitar la promoción de mejoras ambientales y apoyar el desarrollo económico.

En general los gobiernos locales son los responsables del aseo urbano y el servicio de recolección de residuos al conjunto de la población, ya sea por sus propios medios o por la contratación de terceros (empresas de recolección). Es el gobierno local el que debe tener el personal capacitado técnica y administrativamente para cumplir con esta tarea, sobre todo, si operan directamente los servicios de recolección. En cambio, cuando contratan servicios a terceros, debe ser solvente en la supervisión y control de los mismos.

Adicionalmente, el Estado cada vez tiene más interés por regular las actividades de separación de los residuos, tanto en lo que incumbe al trabajo de los recolectores urbanos como las campañas de concientización pública para la separación en origen. Esto implica en muchos casos exigir a los concesionarios el desarrollo de campañas públicas de sensibilización, colocación de contenedores especiales e inversión en plantas de separación. Los motivos para este comportamiento están estrechamente relacionados con los altos costos que implica el soterramiento de la basura así como el mantenimiento de estructuras de recolección disponibles indiscriminadamente sin ningún tipo de restricción según calendario para los ciudadanos. Cuanto más ordenadas y espaciadas sean las entregas de residuos, menores serán los costos para su recolección y posterior disposición.

Distintas organizaciones bilaterales o multinacionales prestan apoyo en el tema del manejo de los residuos sólidos urbanos, este apoyo forma parte del mejoramiento del hábitat y de protección ambiental. Existen diferentes formas de cooperación internacional, pero fundamentalmente consisten en asistencia técnica y programas de colaboración a través de fondos no reembolsables o a través de préstamos. El Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo son entidades que prestan este tipo de cooperación. En general funcionan directamente con el gobierno central que administra los fondos o con organizaciones de la sociedad civil que desarrolla los proyectos. No obstante esta descripción general, no se encuentran catalogados ni agrupados en ninguna publicación los programas de cooperación internacional existentes en la Ciudad de Buenos Aires.

Lo que permite inferir de manera preliminar, que el peso de los mismos en toda la actividad del reciclado es todavía marginal y escaso en dicho territorio. El motivo para ello también puede estar en la mencionada realidad de las ONG locales dedicadas al tema, que trabajan de manera muy atomizada y bajas escalas, lo que implica estructuras demasiado pequeñas como para poder aplicar a la ayuda de la cooperación internacional.

En la ciudad de Buenos Aires una parte importante de los residuos ferrosos terminan enterrados en el CEAMSE. Para poder recuperar este material habría que lograr establecer acuerdos con los municipios para recoger los residuos ferrosos, acumularlos y venderlos. Esto sólo se puede hacer con políticas de separación en origen, recuperación y venta a las grandes empresas. Considerar también el potencial que existe para ampliar geográficamente la recolección de chatarra de hierro, dado que en las pequeñas ciudades no hay recolectores informales y todos los residuos terminan en los centro de disposición final.

En la actualidad, en la ciudad de Buenos Aires, el 80% de la basura que se entierra es reciclable, y sólo el 2% de las 15.000 toneladas diarias que ingresan al relleno sanitario Norte III es procesado en plantas de separación. Este es un problema que necesita urgente atención por parte del sector público, no sólo por el valor de ese material y el riesgo ambiental, sino también por el impacto social que tiene sobre los actores directamente involucrados que, en algunos casos, son poblaciones en situación de alto riesgo social.

En otras palabras existe una gran cantidad de recursos disponibles como materias primas y una gran demanda por parte de las empresas. En definitiva está faltando políticas adecuadas para tratar estos temas y gestión mancomunada por parte de los actores involucrados para hacerlos realidad. Por otra parte, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires está interesado en avanzar con políticas de recuperación de residuos, fundamentalmente por los problemas ocasionados por la disposición final de los residuos y los costos que ello implica.

Su primer intento por abordar este tema, se llama la Ley de Basura Cero. Esta ley propone disminuir la cantidad de desechos que se destinan a los centros de disposición final en rellenos sanitarios en un 30% para el año 2010, sin embargo, la instrumentación e implementación de la Ley todavía es una promesa inconclusa.
Otro aspecto ambiental de la cadena que requiere mayor análisis y desarrollo por parte de las grandes acerías es la mitigación del impacto que producen los hornos de fundición por la liberación de Dióxido de Carbono a la atmósfera (Estos funcionan utilizando energía eléctrica). La liberación de Dióxido de Carbono aumenta el efecto invernadero y, como consecuencia, contribuye al calentamiento global. También surge del estudio que los residuos ferrosos vienen acompañados de otros materiales que pueden contener riesgo ambiental (plomo y acido en las baterías, gas freón en las heladeras).

En este sentido, la informalidad de la cadena de reciclaje atenta contra la correcta disposición de los mismos, ya que no se cuenta con los recursos para llevarlo a cabo. Por otro lado, las grandes empresas tampoco tienen recursos para tal fin, con lo cual una cantidad importante de materia prima se pierde por la complejidad para resolver su disposición final de acuerdo a la reglamentación de las leyes ambientales. Existen distintas iniciativas en este sentido, pero son costosas y deberían ser encaradas por el Estado (recuperación de pilas, de heladeras, de baterías, etc.).La chatarra de hierro recorre las calles hasta llegar a las empresas y en su recorrido genera impacto económico, social, ambiental, fiscal y sobre todo laboral.

El negocio del hierro es un negocio que posee a más de la mitad de sus actores realizando una actividad económica por fuera del sistema fiscal. Esto excluye socialmente a todas aquellas personas que viven de lo recuperado en las calles, en los basurales, de lo separado en las plantas sociales y en las Cooperativas de recuperación de residuos, excluye también a aquellos que compran a pequeña y mediana escala este material, lo acopian y lo venden luego a los grandes Acopiadores. Los grandes Acopiadores son empresas que forman parte de los holdings de las grandes Acerías o tienen una relación de dependencia comercial que los vincula directamente, es decir, cada gran acopiador le vende solamente a una acería.

La cadena de valor del hierro implica una articulación de diversos sectores tanto formales como informales y, a su vez, tiene una fuerte presencia del Estado. Los Gobiernos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de la Provincia de Buenos Aires están involucrados en forma directa a través de programas sociales o a través de empresas públicas vinculadas al negocio de la basura (CEAMSE).Durante todo el proceso se entrevistó a casi todos los actores de la cadena. Los actores más informales fueron los que brindaron mayor información y estuvieron predispuestos a colaborar en el trabajo de campo, expresando así su necesidad de progreso y de formalización de la cadena. En cambio, en el otro extremos de la cadena, las expectativas de participar en proyectos de articulación de los sectores y distribución equitativa del valor dentro de la cadena de las grandes empresas es muy reservada.

A pesar de eso, hay buenas posibilidades de pensar en forma conjunta, diseñar e implementar proyectos que mejoren el impacto económico, social y medioambiental. Dependiendo de los recursos disponibles y de la disponibilidad y decisión de involucrarse en temas con intereses políticos en juego, existen distintas estrategias de abordaje para mejorar la equidad de esta cadena de valor.

Lea el caso de estudio de la cadena inversa del Hierro en Argentina y responda las siguientes preguntas
1.       Identifique los problemas de la cadena de la recuperación del hierro en Argentina (2 puntos)
2.       Redacte un objetivo general y los objetivos específicos, que según su criterio, permitirían realizar un estudio oportuno de la cadena de valor del hierro en Argentina, de acuerdo a los planteamientos de la lectura. (2 puntos)
3.       ¿Cuál es el alcance del estudio? (1 punto)
4.       ¿Cuál es la escala de trabajo? (1 punto)
5.       Identifique los actores económicos que intervienen en la cadena y describa las funciones que cumplen dentro de la misma (3 puntos)
6.       ¿La cadena del valor del hierro en Argentina es un sistema abierto o cerrado?, justifique su respuesta (2 puntos)
7.       Grafique la cadena de valor representando los actores, eslabones y relaciones que se establecen entre éstos, aproveche la información monetaria y de mano de obra mencionada en el texto (3 puntos)
8.       Identifique el ámbito territorial de la cadena y las pautas de localización en el texto expresadas (3 puntos)
9.       Identifique los impactos territoriales que se generan en la cadena de valor del hierro (3 puntos)



[1] CEAMSE es una empresa creada por los estados de la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires para realizar la gestión integral de los Residuos sólidos urbanos del área metropolitana.

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